miércoles, 20 de enero de 2010

Shitsunai Kankin, Ceremonia de Purificación y Renovación del vínculo entre Maestro y Discípulo




Nuestra tradición soto zen se basa en la relación espiritual entre el maestro y el discípulo. Una relación conocida como “i shin den shin”, de corazón a corazón, o de espíritu a espíritu. Esta relación es tan consustancial a la práctica del zen que el maestro Dôgen escribió en el Gakudo Yojinshu (“Puntos esenciales en la práctica de la Vía”):

“La autenticidad de tu práctica de la Vía depende sólo de la autenticidad de tu maestro. […] Si no has encontrado un maestro verdadero es mejor que no practiques…”

El discípulo reconoce al maestro a través de los ojos del corazón. Este reconocimiento es conocido como menju , “encuentro cara a cara”. La expresión “cara a cara” no se refiere sólo al encuentro físico, sino a un reconocimiento íntimo. Cuando el discípulo reconoce al maestro reconoce al mismo tiempo al linaje de la transmisión que le sustenta y del que es heredero espiritual.

En la relación discipular lo ideal es que el discípulo ponga su zafu al lado del zafu del maestro y practique junto a él, bajo su guía y supervisión, día a día, en un contacto cotidiano y permanente. De esta forma la relación se actualiza día a día a través de la experiencia vital compartida. No obstante, esto no es posible para todos los discípulos. Muchos viven lejos del maestro y sólo lo encuentran varias veces al año. En estos casos es fundamental mantener la relación viva y renovada, de forma que la distancia espacial no se convierta en distancia espiritual.

Con el fin de mantener viva la relación espiritual con el maestro, en nuestra tradición existe la ceremonia llamada shitsuinai kankin o “ceremonia privada de renovación del vínculo espiritual con el maestro y con el linaje”. Los practicantes realizan esta ceremonia en su habitación privada, aunque si varios discípulos de un mismo maestro se encuentran reunidos pueden hacerla en grupo.

Una práctica devocional intensa sería la realización de esta ceremonia cada día.

Un buen ritmo es también hacerla al menos una vez a la semana. Cada uno debe sentir en qué medida quiere mantener vivo el vínculo espiritual con el maestro, en qué medida quiere alimentarlo. Cuanto más a menudo se realice la ceremonia, más se alimenta espiritualmente esta relación.

Esta ceremonia no debe hacerse para recibir la aprobación del maestro, ya que el objeto último de la ceremonia no es el maestro sino nuestro vínculo con el maestro y con el linaje de la transmisión. Esto es, cuanto más fuerte sea este vínculo, más amplio es el canal por el que recibimos la transmisión. Cuanto mayor sea la receptividad del discípulo, mayor es el caudal que recibe.

Paso a describir el desarrollo de esta ceremonia:

Se prepara un altar simple: una imagen de Buda, una vela encendida, un inciensiario. Puede ponerse también una foto del maestro o de varios maestros del linaje de nuestro maestro. Uno viste el rakusu o el kesa .

En primer lugar ofrece incienso.

Después hace tres postraciones ( sampai ).

Después de la última postración se queda en gasshô shoki (de rodillas erguido) y recita la estrofa de la confesión tres veces:

“De todas mis acciones realizadas en el pasado,
surgidas de la avidez del odio y de la ignorancia,
producidas por mi conciencia, mi boca y mi cuerpo,
de este mal karma me confieso aquí y ahora”.

A continuación hace tres postraciones.

Al finalizar la última postración, se queda en gasshô shoki (de rodillas erguido) y recita la estrofa de la Entrada en el Refugio:

“Venerando a todos los seres entro en el Refugio del Buda.
Hago el voto de realizar la Gran Vía junto a todos los seres
y alcanzar la Mente Iluminada.
Por libre voluntad entro en el Refugio del Dharma.
Hago el voto de penetrar en el granero del Dharma junto a todos los seres
y realizar su Sabiduría tan profunda como el océano.

Por libre voluntad entro en el refugio de la Sangha.
Hago el voto de armonizarme con todos mis hermanos
para realizar juntos la libertad infinita sin obstáculos”.

A continuación se hace tres postraciones.

Después, uno puede sentarse en zazen, o en seiza , o en una silla frente al altar y leer o recitar el capítulo Busso (Budas y Patriarcas) del Shobogenzo. El texto es así:

¡Shurei! Todos los Budas y Patriarcas se manifiestan y realizan completamente al recitar sus nombres y al prosternarse ante ellos. Desde tiempos sin origen todos los Budas y Patriarcas del pasado, del presente y del futuro se prosternan ante sus antepasados. Todos los Budas y Patriarcas manifiestan la Verdadera Forma del Buda-Dharma y ahora yo la manifiesto al recitar sus Nombres y al prosternarme ante ellos. La Vía de todos los Budas y Patriarcas es mi Vía cuando aquí y ahora practico y realizo sus cualidades. Los Budas y Patriarcas son:

Vipashin Buda Daioshô

Sikin Buda Daioshô

Visvabu Buda Daioshô

Krakuchanda Buda Daioshô

Kanakamuni Buda Daioshô

Kashiapa Buda Daioshô

Sakiamuni Buda Daioshô

Mahakashiapa Daioshô

Ananda Daioshô

Shanavasa Daioshô

Upagupta Daioshô

Dritaka Daioshô

Michaka Daioshô

Vasumitra Daioshô

Budanandi Daioshô

Budamitra Daioshô

Parshiva Daioshô

Punyayasha Daioshô

Asvagosha Daioshô

Kapimala Daioshô

Nagaryuna Daioshô

Kanadeva Daioshô

Rahulata Daioshô

Sanganandi Daioshô

Kayashata Daioshô

Kumarata Daioshô

Yayata Daioshô

Vasubandu Daioshô

Manorita Daioshô

Haklenayasha Daioshô

Simabiksu Daioshô

Basasita Daioshô

Puniamitra Daioshô

Prañatara Daioshô

Bodidarma Daioshô

Dazu Huike Daioshô

Yianzi Senkan Daioshô

Dayi Daoxin Daioshô

Daman Hongren Daioshô

Dayian Huinen Daioshô

Kinyuan Xinsi Daioshô

Shitou Xikian Daioshô

Yaoshan Ueiyan Daioshô

Yunyuan Tanshen Daioshô

Doshan Lianyie Daioshô

Yonyu Daoyin Daioshô

Tongan Daopi Daioshô

Tongan Guanzi Daioshô

Lianshan Yuanguan Daioshô

Dayan Yinxuan Daioshô

Touzi Yikin Daioshô

Furon Daokai Daioshô

Danxian Zichun Daioshô

Zenxie Kingliao Daioshô

Tianton Zonyue Daioshô

Xuedou Ziyian Daioshô

Tianton Ruyin Daioshô

Eihei Dôgen Daioshô

Koun Eyô Daioshô

Tetsû Yikai Daioshô

Keizan Yôkin Daioshô

Meihô Sotetsu Daioshô

Shugan Tochin Daioshô

Tesan Shikaku Daioshô

Keigan Eisho Daioshô

Chuzan Rioun Daioshô

Yizan Tonin Daioshô

Shogaku Kenriu Daioshô

Kinen Horiu Daioshô

Teishitu Chisen Daioshô

Kokei Shoyun Daioshô

Sekiso Yuho Daioshô

Kaiten Guenyu Daioshô

Shuzan Shunsho Daioshô

Chozan Yinetsu Daioshô

Fukushô Kochi Daioshô

Medo Yuton Daioshô

Hakuho Guenteki Daioshô

Gueshu Shuko Daioshô

Tokuho Rioko Daioshô

Mokushi Soen Daioshô

Gankioku Kankei Daioshô

Kokoku Soriu Daioshô

Rosetsu Riuko Daioshô

Ungai Kiozan Daioshô

Shoriu Koho Daioshô

Shokoku Zenko Daioshô

Somon Kodo Daioshô

Soden Shuyu Daioshô

Taisei Dokushô Daioshô

El discípulo recita el nombre de su maestro tres veces. Después de cada vez hace una postración. (Los discípulos de Denkô sensei deben incluir su nombre después del mío).

Concluido esto, el discípulo se pone en gasshô choki (de rodillas erguido) y recita este ofrecimiento:

“ Yo, (nombre personal y de ordenación), el bodisatva y discípulo aquí presente, me he prosternado y recibido humildemente a mi maestro Taisei Dokushô Daioshô (o Fukai Denkô Oshô) y a todos los Budas y maestros de la Transmisión. Esta es la realización de que "sólo los Budas, junto con todos los Budas, pueden realizar perfectamente que todos los dharmas son la forma real".

Ya he recitado el Shobogenzo Busso , que sus méritos visibles e invisibles sean ofrecidos:

A todos los Budas y Patriarcas de los tres países;
a ellos que encarnaron la Luz Original del Nirmanakaya;
a ellos que actualizaron el Cuerpo de Luz y Gozo del Sambogakaya;
a ellos que realizaron el Cuerpo Esencial del Dharmakaya;
a ellos que nos iluminaron con su enseñanza y ejemplo;
a ellos investidos con el poder de la Sabiduría y de la Compasión;
a ellos dedico mi más infinito respeto y veneración.
Dicho esto, abandono cuerpo-espíritu y junto a todas las existencias recito así...

Todos los Budas de los tres mundos y de las d.d.

Todos los Bodisatvas, Mahasatvas y Patriarcas.

Maha Prasña Paramita.

Siguiendo en gasshô choki , el discípulo recita o lee

La Aspiración al Despertar, de Eihei Dôgen Daioshô.

Hago el voto junto a todos los seres, a partir de esta vida y a través de innumerables existencias, de escuchar el Verdadero Dharma, sin permitir que surja la duda ni la desconfianza. Que al recibirlo, pueda renunciar a todos los asuntos mundanos y sostener el Buda-Dharma para que la gran tierra y todos los seres vivientes alcancen la Vía del Buda.

Aunque haya acumulado gran cantidad de karma negativo desde el más remoto pasado, siendo ésta en verdad la causa y condición de obstáculos en la práctica de la Vía, que todos los Budas y Patriarcas sean compasivos y me liberen de todos sus efectos kármicos, permitiéndome practicar el Dharma sin impedimentos.

Que todos los Budas y Patriarcas compartan conmigo su Compasión que colma el universo ilimitado con la virtud de su Iluminación y de sus enseñanzas. Los Budas y Patriarcas del pasado fueron como yo. En el futuro yo seré un Buda y un Patriarca. Al venerar a los Budas y Patriarcas soy un Buda y un Patriarca. Al despertar la Mente Iluminada soy la Mente Iluminada. Al expandir su Compasión libre e ilimitada hacia mi, puedo realizar la Budeidad y abandonar incluso la realización. Por ello, el maestro Lung-ya dijo:

"Aquellos que no pudieron iluminarse en vidas pasadas, ahora podrán iluminarse.
Durante esta vida, proteged este cuerpo que es fruto de muchas vidas anteriores.
Antes de que los Budas fuesen Budas, fueron lo mismo que nosotros.
Los seres iluminados de hoy son idénticos a los del pasado."

Sondea tranquilamente el vasto alcance de estas causas y condiciones, pues esta es la correcta Transmisión de un Buda. Al liberar mi mente de todo el karma negativo, siempre recibiré la profunda ayuda de todos los Budas y Patriarcas. Al mostrar mis faltas ante los Budas, el poder de esta revelación hará desaparecer la raíz de todas las transgresiones. Este es el color puro y simple de la verdadera práctica, de la verdadera mente de la confianza, del verdadero cuerpo de la confianza.

A continuación recita los Cuatro Grandes Votos:

Por numerosos que sean los seres,
hago el voto de liberarlos a todos.

Por profundas que sean las oscuridades,
hago el voto de iluminarlas todas.

Por supremo que sea el Dharma,
hago el voto de fundirme en él.

Por maravillosa que sea la Vía del Buda,
hago el voto de realizarla.

A continuación realiza tres postraciones.

Aquí concluye la ceremonia de Purificación kármica y renovación del vínculo maestro-discípulo.

DoKushô Villalba